Como las luciérnagas y la tierra mojada
Últimamente las noches son
tristes, las noches que deberían ser felices parece que aun así apagan la luz,
parece que las chispas de las bombillas vayan cayendo como luciérnagas, y todo
se va quedando muy oscuro, hasta que al final no puedo ver nada, ni la lámpara,
ni mis pies, ni el vaso de agua con azúcar que está sobre la mesa y que tiene
una luciérnaga flotando a sus anchas.
Últimamente las noches huelen como
mi terraza, huelen como a tierra mojada y a pétalos de rosa caídos sobre el
suelo, huelen a la melancolía que ven mis ojos al suspirar frente a mi castillo
encantado.
Últimamente las noches son
tristes. y paseo por la casa, y paseo por la calle, y paseo por todos los
sitios en los que antes solía pasear con una sensación diferente en el cuerpo.
Entonces me doy cuenta de que las noches huelen a vida y muerte, porque en cada
noche parece que muero y resucito de nuevo, como los bulbos que se esconden
bajo la tierra mojada y las luciérnagas que flotan en mi vaso de agua.
Sophía