*
YO ME ENAMORÉ
DE UN AMANECER
DE UN AMANECER
Como en una bola de cristal,
sentía todos los secretos conocer.
Pero andando junto al mar,
empezó pausado a aparecer.
Lo admiraba a paso lento,
parecía una estrella fugaz,
que me anunciaba el comienzo
de mi aventura de verdad.
Asombrada me quedé
cuando se rompió mi soledad,
y surgió aquel extraño ser
entre la noche y la nubosidad.
Dubitativa me pregunté
sobre su maravillosa beldad.
Más ninguna respuesta hallé
que me lo pudiera explicar.
-De dónde salió y cómo lo encontré.-
Me preguntaba sin cesar.
Hasta que mis dudas callé
cuando rozó mis labios de sal.
Seducida, exhausta y sin aliento
para respirar, pude comprobar,
que era un ser más perfecto,
más fino y claro que el cristal.
Mi alma solo puede esperar.
Una vez al día lo puedo ver,
un instante, porque a mi pesar
yo me enamoré de un amanecer…
Sophía
sentía todos los secretos conocer.
Pero andando junto al mar,
empezó pausado a aparecer.
Lo admiraba a paso lento,
parecía una estrella fugaz,
que me anunciaba el comienzo
de mi aventura de verdad.
Asombrada me quedé
cuando se rompió mi soledad,
y surgió aquel extraño ser
entre la noche y la nubosidad.
Dubitativa me pregunté
sobre su maravillosa beldad.
Más ninguna respuesta hallé
que me lo pudiera explicar.
-De dónde salió y cómo lo encontré.-
Me preguntaba sin cesar.
Hasta que mis dudas callé
cuando rozó mis labios de sal.
Seducida, exhausta y sin aliento
para respirar, pude comprobar,
que era un ser más perfecto,
más fino y claro que el cristal.
Mi alma solo puede esperar.
Una vez al día lo puedo ver,
un instante, porque a mi pesar
yo me enamoré de un amanecer…
Sophía