Mi piel, las flores, tu oxígeno y la menta seca...
Mi piel, las flores, tu oxígeno y la menta seca...
La habitación
está prácticamente a oscuras, únicamente se ilumina por la leve luz que provocan las farolas que siguen
encendidas en la calle, La cortina baila lentamente por la respiración
intranquila de la noche, y desde la terraza se filtra el olor a flores húmedas y a menta seca.
Entonces
yo aspiro muy fuerte, y el aroma se mezcla con mi oxígeno, que vuelve de nuevo
a la noche y a la respiración intranquila del viento. Viento que también se revuelve con los
restos de la tormenta eléctrica de la tarde y con las pequeñas gotas que se
desprendían de mi piel por el pegajoso calor que hace en estos meses de entretiempo.
Quizá mi oxígeno entremezclado con el agua, mi piel, la menta y las flores secas, están en alguna parte,
Ahí arriba o ahí abajo, ¿quién sabe? La noche es muy larga...