Visitas....

La reina de mis mariposas: Sus causas, mis efectos. 6ª P.

La reina de mis mariposas:
Sus causas, mis efectos


Todas las cosas tienen un sentido: que las luces de la ciudad siempre permanezcan encendidas, que los cigarros y los trenes desprendan humo, que las camas den sueño, que las cerezas encanten a todo el mundo, que la olla express expulse vapor de agua, que el reloj siempre de vueltas y más vueltas, y que yo, al mismo tiempo que el reloj, esté dando vueltas por el Paseo de la Independencia y sin paraguas.

Todo está relacionado con todo, las causas, los efectos, el movimiento, las conexiones, los sucesos, las casualidades, todo. Y como todo está relacionado con todo, podría decirse que Michelle estaba tan relacionada conmigo como el humo con el tren o el vapor con la tetera.

Esas relaciones, cuando se establecen parecen inseparables, se crea una especie de vínculo eterno sin necesidad de que haya un destino, van creciendo gracias al tiempo y al cariño y llegan a construir algo verdaderamente hermoso.  Y al igual que gota a gota, voy sintiendo cómo mi cuerpo se humedece, creando un vínculo entre la lluvia y yo, Michelle y yo lo estábamos estableciendo con cada palabra sumada, con cada gesto, sonrisa y llanto nuevo: todo sentimiento aumenta. Todo se hacía y nos hacía más grandes.

No creo que Michelle llegara a percatarse de cuán importante es para mí, y al mismo tiempo, ella decía lo mismo respecto a mí, lo que me hacía pensar que nadie sabe cómo le piensan. A veces, ni yo mismo sabía el grado de emoción con el que sentía a  Michelle. Al principio, en estos breves paseos y conversaciones, se me saltaba el corazón del pecho, y hoy en día, creo que lo sigue haciendo, sólo que lo he normalizado y me parece algo habitual.

Siempre que me pongo a pensar en mi nínfula llego a la misma conclusión a la que llegaba en aquellas paradas de autobús solitarias: Michelle siempre será la reina de mis mariposas, y por muchas mariposas que haya a mi alrededor, por muchas chicas con bufandas y horquillas con violetas, ella siempre será la mía. Sus casualidades serán mis casualidades; sus causas, mis efectos; y su movimiento mi sentido de vida. Realmente, estoy sintiendo otra vez el corazón desbocarse.


Sophía

Entradas populares