Impotencia
En mi rincón del pensamiento se amontonan tantas emociones que es imposible que encuentren una salida, entonces se convierten en lágrimas o por el contrario si son sentimientos arrebatadores y reconfortantes se transforman en una sonrisa sincera.
No me importa el modo en el que se fundan mis sentimientos con el entorno, me gusta que no sólo sea con palabras, adoro las palabras mudas, pero no soporto no poder escribir cuando tengo la necesidad de hacerlo y también me frustra la idea de escribir siempre lo mismo, de contemplar las mismas palabras repetidas en cada cosa que haga.
No sé si estoy mejorando o empeorando, yo también soy un mar de dudas. Después de una cantidad innumerable de versos preciosos, he acumulado por lo menos siete “no” en apenas cuatro párrafos.
Hay que tener presente que este texto no es más que un desahogo personal. Con las palabras en los labios apenas se nota el contraste de mis varios “yo”, pero cuando se trata de escribir puedo contar cualquier cosa que se pase por mi mente.
El problema está en cuanto siento al violinista de la soledad en cada esquina de la ciudad, tocando para mí la melodía de la impotencia ante mis propias palabras.
Ahora el sueño y la fiebre me están arrastrando, dejándome en la frontera de la realidad y el mundo del subconsciente.No sé qué pensaré de este escrito cuando amanezca, quizás desaparezca. Sigo teniendo "miedo a despertar"
Hasta entonces:
Buenas noches musa...
