La petite mort
La petite mort
La petite mort se alcanza
al juntar tu piel con mi piel
mientras abrimos un libro de
Bennedetti.
Al besarme el cuello con la pasión
de las notas de Satie.
Y si mi voz es más fuerte que
cualquier lugar
“donde solíamos gritar.”
Las caricias por tu espalda
son mi violín de ingres de Man Ray.
El sudor de tu piel se convierte
en el mar
de los recuerdos de verano,
mientras atardece.
Más potente que una película
de Hitchcock;
más real que los conciertos de
Ludovico;
más intenso que el si bemol
de Frédéric Chopin...
Venciendo a la muerte
haciendo el amor,
como decía Hemingway
en un París del pasado.
La petite mort
es que el pintalabios se expanda
por la cama
como los trazos de Munch.
Sophie