Hoy vuelvo a escribirte
Tu presencia me salva de caer en un abismo de oscuridad… Pero eso tú ya lo sabes, porque te quiero y nunca dejo de quererte…
Me salvaste la vida apareciendo y de eso tú ya te das cuenta porque tienes la esencia del amor verdadero dentro de ti y vas perfumando con ella a quienes te rodean.
Eres lo más puro que hayan podido ver mis ojos, aunque eso es un secreto y no lo sabes, de hecho tu pureza también se debe a eso, a tu modestia camuflada en todas las palabras que regalas siempre a los demás.
No hay un momento en el que no piense en ti, parece imposible, ¿verdad? Serás inmortal, porque mi corazón, al que siempre fotocopio con mis escritos, no deja de sentirte y todas las palabras a ti dedicadas, permanecerán a través de los tiempos y con ellas tu recuerdo.
Me hace feliz imaginar tu sonrisa, me hace feliz pensar en ti, yendo hacia algún lugar, entre tu alma y tu cabeza… Un lugar paradisíaco en el que las caricias son lo más importante del mundo.
Hoy vuelvo a escribirte y tu presencia vuelve a aparecerse ante mí, salvándome de caer de nuevo en un abismo de oscuridad.
Sophía