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Dentro del laberinto


Al igual que en los libros o en la música, las películas están llenas de pequeños detalles en los que no nos fijamos la primera vez que las vemos, sin embargo, cuando volvemos a desempolvarlas para divertirnos con ellas de nuevo, nos vamos dando cuenta de cosas que quizá antes no entendíamos o tal vez las sentimos de manera diferente.

Lo triste y por desgracia cierto de esta insípida sociedad en la que vivimos, es que poco a poco vamos sustituyendo el camino de baldosas amarillas por el asfalto cotidiano de la ciudad. Nos olvidamos a menudo de la magia y la fantasía, sin darnos cuenta de que, tal vez podemos aprender de ella mucho más que del mundo organizado y con explicación a todo.

¿Qué quiero decir? ¡Que nos cerramos en banda por los prejuicios! Nos cegamos tanto que llegamos a ver algunos libros o películas como meras historias infantiles y no nos damos cuenta de que son un reflejo de la cruda realidad en la que vivimos.

Ahora, iba a ponerme a describir todas mis películas favoritas, pero sé que se me iría el santo al cielo y acabaría escribiendo cuarenta páginas, así que hoy he decidido hacer un homenaje a una de mis películas favoritas:
"Dentro del laberinto".

"Dentro del laberinto" es una película maravillosa de un director, un productor, unos creadores y unos actores estupendos, y sin embargo calló en el olvido hace tiempo.

Sarah es una persona con la que siempre me he sentido identificada, tan imaginativa, soñadora, teatrera como ella sola, con un toque de ingenuidad y otro de carácter que trata de encontrar a su hermano dentro de un enorme laberinto, con entrañables amigos pese a los obstáculos de Jareth, rey de los gobblins.

Me emociona toda la historia: su habitación llena de detalles que salen a lo largo de la película, el párrafo que siempre recita y que el final siempre lo olvida, el estar atrapada en un baile de máscaras donde nadie es quien parece ser, los grandes valores como quiénes son tus verdaderos amigos, la mezcla del deseo y la inocencia, o la duda de saber qué es lo verdaderamente importante, ¿todas las cosas materiales o salvar a su hermano?

A menudo pienso que todo el mundo tiene su propio laberinto, quizá no con un David Bowie como rey (por desgracia jaja) pero algo parecido, en el que a constantemente
no hacemos las preguntas correctas y damos demasiadas cosas por sentado.

Me apena mucho preguntar a gente de mi edad y no tan de mi edad:

-¿Habéis visto
"Dentro del laberinto"?

Y que me contesten:

-No, no me suena, pero han estrenado Agatha en el mundo happy de las compras y de la superficialidad dos, ¡debe estar genial!

Es triste que estemos tan acostumbrados a la cruda realidad que nada nos sorprenda, ni nos interese, ni nos emocione ya.

Pero pese a todo me prometí que jamás dejaría de soñar, de creer en la magia, de descubrir los detalles ocultos de la vida y de luchar por los problemas. Una gran forma de volver a descubrir estos valores es viendo esta película y no olvidando que:

"Por increíbles peligros e innumerables fatigas me he abierto camino hacia el castillo, más allá de la ciudad de los goblins, para recuperar al niño que me has robado. Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande. ¡No tienes poder sobre mí!
"









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