Elección entre personalidades
El sol y la luna se reflejan en las miradas intensas.
Dos personalidades opuestas se juntan en una misma persona. Una se encarga del lado negativo, de la parte orgullosa, la del mal humor, la de la debilidad, la de la desesperación, la de la impaciencia, la del odio, la de la rabia, la de la dejadez y todas las frustraciones y miedos que se cuelan por nuestre vida…
Pero, también está el lado positivo y bueno: el que sabe siempre hay esperanza, el lado clemente, bondadoso, optimista, imaginativo, detallista y alegre. El alma viva que late fuerte dentro de mi (tu) corazón.
En la vida el camino fácil, el rápido, el cómodo se interpone con frecuencia en nuestras vidas mostrándonos una realidad aparentemente hermosa, pero superficial. Una estancia cómoda pero insustancial por haber dejado atrás el corazón aventurero.
El laberinto de la vida está repleto de obstáculos que sacan a la desesperación a flote y nos hacen acomodarnos en ellos. Pero lo verdaderamente importante no es alojarse en el camino eternamente, sino en seguirlo. Porque la parte buena no sabe qué encontrará al final, pero sí sabe que lo que llena, lo hermoso, los buenos momentos... no se encuentran en la soledad de la parada, sino en el camino por recorrer junto al corazón amado.
Porque la persona, a fin de cuentas, no hace más que recorrer el camino de baldosas amarillas. Y yo gracias a ti, superé los eclipses que rompían mi equilibrio, ya que no somos más que una proporción entre el sol y la luna.
Sophía