Escribir: ¡merece la pena!

Es más, es necesario y hay que hacerlo contra los prejuicios porque, aunque creamos que somos personas pequeñas y que nuestros escritos no son gran cosa, pese a que parezca estúpido publicarlos en una página web y que solo sean leídos por algunas personas amigas, conocidas o por otras que de blog en blog hayan topado con tus palabras… ¡Merece la pena!
Merecerá la pena mientras haya una sola persona que permanezca más de un minuto poniéndose en tu piel, entendiéndote, leyéndose el alma reflejada en tus versos. Merecerá la pena porque escribir merece la pena, escribir es un don, es un regalo de la vida para poder tratar con tus sentimientos y reflejarlos. Para mí escribir ha sido, es y será mi salvación. Es otro órgano vital en mi cuerpo y estoy segura de que si no pudiera escribir, ni leer, ni saborear en mi boca las palabras propias y ajenas, me hubiera pegado un tiro hace tiempo. No imagino una vida sin poesía, sin sentimiento. No imagino una vida tan insustancial, parecida a vivir sin amor o sin ilusiones, sin esperanzas, ni sueños, ni caricias…
Y aunque este texto no sea uno de mis escritos más lúcidos, me parece muy importante para abandonar el miedo a expresar los sentimientos. Pero, sobre todo, lo he escrito por ti y por mí, ya que de vez en cuando hay que recordase lo importante que es suspirar de esta manera.
Sophía