Mi reflexión sobre El Principito:
El Principito es un libro mágico. En mi opinión, está escrito para todas aquellas personas que consiguen leer a través de las palabras.
No es un libro cualquiera, es uno para reflexionar. Tiene la esencia de la inocencia, el amor, el verdadero sentido de la vida... ¡hasta el auténtico mensaje que transcurre a través de los siglos!
El Principito siente la necesidad de comprender el mundo de los mayores porque no ve el sentido a lo que hacen. Muchas veces hasta yo misma me noto así, ya que no entiendo por qué hay tanta gente “seria”.
Personalmente creo que el ser humano tendría que sobrepasar algunos límites (el quedar bien, lo que está bien visto, lo correcto) para llegar a la etapa que se denomina personas.
¿Por qué no quitarle importancia a lo “normal” y dársela a cosas más pequeñas y hermosas?
¿Por qué regirte por las normas de la sociedad si puedes evadirte dibujando boas con elefantes en su interior?
¿Qué más da lo que piensen los señores serios? Sólo son personas que con cada decisión “importante” pierden ganas de vivir.
¿Por qué no saltar, gritar al cielo, soñar, volar, regresar a los verdaderos valores y ver ponerse el sol cuarenta y tres veces?
¿Por qué en lugar de contar estrellas no hacer algo por ellas? ¿Por qué no encender una gran llama para que no tengan que trabajar tanto?
Todas estas preguntas están desarrolladas en este libro tan importante para mí.
Sophía
No es un libro cualquiera, es uno para reflexionar. Tiene la esencia de la inocencia, el amor, el verdadero sentido de la vida... ¡hasta el auténtico mensaje que transcurre a través de los siglos!
El Principito siente la necesidad de comprender el mundo de los mayores porque no ve el sentido a lo que hacen. Muchas veces hasta yo misma me noto así, ya que no entiendo por qué hay tanta gente “seria”.
Personalmente creo que el ser humano tendría que sobrepasar algunos límites (el quedar bien, lo que está bien visto, lo correcto) para llegar a la etapa que se denomina personas.
¿Por qué no quitarle importancia a lo “normal” y dársela a cosas más pequeñas y hermosas?
¿Por qué regirte por las normas de la sociedad si puedes evadirte dibujando boas con elefantes en su interior?
¿Qué más da lo que piensen los señores serios? Sólo son personas que con cada decisión “importante” pierden ganas de vivir.
¿Por qué no saltar, gritar al cielo, soñar, volar, regresar a los verdaderos valores y ver ponerse el sol cuarenta y tres veces?
¿Por qué en lugar de contar estrellas no hacer algo por ellas? ¿Por qué no encender una gran llama para que no tengan que trabajar tanto?
Todas estas preguntas están desarrolladas en este libro tan importante para mí.
Sophía